Arden suelo y cielo.
Pierde el árbol
su vestido.
Pierde el árbol
su vestido.
¡Quién tuviera un abanico!
Salgo con la luna
como los dondiegos.
El aire se despierta
y vuelan mis sueños
en las hojas secas.
El viejo banco solitario,
las terrazas llenas.
Es verano
bajo las estrellas.
Es verano
bajo las estrellas.
Imagen y texto: María.