viernes, 12 de diciembre de 2008

RECORDANDO

Temprano,
muy temprano te fuiste esta mañana.
Tan temprano
que las calles aun no estaban.

Temprano,
ligerito y cuesta abajo.
Caminito del tajo.

Tan temprano
que el búho ululaba
y los gorriones dormitaban.

Temprano,
tan ligero y presuroso.
Que hasta el hatillo
te olvidaste junto al pozo.

Tu azada,
tu boina bien calada
y el tabaco en la petaca.
Así cada mañana.

Contigo siempre va Lucero
(un burrillo plateado
y algo terco).
Ese a quién confías
tus pensamientos,
con quien compartes a diario
lo malo y lo bueno
y te sopla las briznas de tabaco
para que no fumes tanto.
Que te da calor en invierno
y sombra en verano.


.....................


Esta es una estampa de antaño,
de esas que guardo
en un pequeño cajón de mi armario.
De las que ya no quedan
en nuestro mundo de ciencia,
tecnología, prisa y competencia.

¡Lo que darían hoy algunos
por tener por compañero a un burro!

Texto: María - Imagen pillada en la red

9 comentarios:

  1. Charlando hoy con un amigo, he recordado esto que escribí hace ya ... unos tres años.

    ResponderEliminar
  2. Dicen que son unos animalitos super inteligentes. Amo a todos los animales. Muy linda tu dedicatoria a estos animales tantas veceds maltratados y subestimados.
    Un abrazo tierno

    ResponderEliminar
  3. Los burritos, todos, me recuerdan a Platero... normal, es como el burrito que todos hemos tenido!
    Menos mal que son especie protegida!
    Guapo este Lucero tuyo!
    Besitos!

    ResponderEliminar
  4. Qué lindo habernos conocido, María.
    Te vi pasar por mi mar y me crucé enseguida a tu comarca. No podré dejar de visitarte con tanto encanto.
    Gracias, amiga, abrazos!!!

    REL

    ResponderEliminar
  5. Marian, son muy inteligentes y hasta hace pocos años han sido utilizados como animales de carga. Pero eso no justifica que a veces no se les cuidara.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Edurne, ¿estas mejor?
    Yo creo que todos pensamos en Platero ...
    Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

    Lucero existió de verdad, era el burro que había en la familia cuando yo era muy niña. Iba al campo con mi abuelo y un primo suyo, Dimas, y era a él a quién le soplaba las briznas del tabaco.

    Cuidate guapa, muaks

    ResponderEliminar
  7. Roberto, mares y océanos has cruzado -milagro de internet-. Me alegra sentirte en esta escalera.
    Un abrazo muy fuerte

    ResponderEliminar
  8. ...Cuando este verano vi un burro caminando tranquilamente me dejó maravillada, de verdad, es que ya no se ven.
    Un besote

    ResponderEliminar
  9. Hola Mª Angeles,
    La verdad es que se ven muy pocos. Hasta hace aproximadamente un año yo veía uno todos los días al ir al trabajo. Siempre tumbado en el mismo sitio -al girar una rotonda hay un caserío- miraba sin mucho interés pasar los coches ... era ya viejito.

    Un abrazote.

    ResponderEliminar

Deja tu huella