Va y viene la bandeja
cambia de lugar
se acerca y aleja.
En vano intento ignorarla,
su mirada me persigue
vaya donde vaya.
vaya donde vaya.
Vano propósito el mío,
irreal y sin tino.
Algo sí he conseguido;
las visitas son menos
y más espaciadas.
Un dulce por la noche
y otro por la mañana.
Imagen y texto: María..
Como te lo diria yo María que he tirado todo el dulce y hoy ando desesperada . Feliz año bonita no creas que te olvido, es vagancia a ver si este nuevo año me pongo las pilas.
ResponderEliminarBesos.
¿Sabes cómo evitar el peligro? Pon el contenido de esa bandeja en una bolsa de plástico, ciérrala todo lo hermética que puedas y ponla con dulzura en el cubo de la basura: te habrás apartado de la tentación, aunque te quedará el remordimiento. Mejor aún, no pongas esa bolsa en la basura, entrégala a alguna institución de caridad.
ResponderEliminarBesos
Así te durará mas tiempo , pero lo mejor es lo que te dice Paco regálasela alguien que lo necesite y apunta en tu agenda "el próximo año no comprar" o comprar menos.
ResponderEliminarUn abrazo
Milagros,
ResponderEliminarBienvenida siempre! y cuando tú quieras, puedas ... que esto se hace por gusto, nunca por obligación.
Besote!!
Francisco,
ResponderEliminarQuitarlo de en medio .... También lo he pensado, pero no estoy sola y ellos saben moderarse. No debo yo privarles de un dulce ...
Un abrazo.
Chelo!
ResponderEliminarMe voy controlando, que digo yo que tiene valor de autodisciplina. Y los demás también disfrutan del "recuerdo de Navidad".
Un beso.