Triste
Llegó la rosa
Y triste
Se acostó en la arena.
Triste, la luna
La miró con pena.
Sufrió la lluvia,
Soportó el viento,
Acompañó la escarcha.
Y en la nieve fría
fundió su alma.
Llegó la rosa
Y triste
Se acostó en la arena.
Triste, la luna
La miró con pena.
Sufrió la lluvia,
Soportó el viento,
Acompañó la escarcha.
Y en la nieve fría
fundió su alma.
Imagen y texto: María.
Inacabado queda este corto poema ... ¿quién sacará la bella rosa de la tupida niebla???
ResponderEliminarHermoso...
ResponderEliminar¨Hermoso cuando la poesía es todo en el sentir.. nace con amor la lectura..¨ Payés
Un abrazo
Saludos fraternos..
precioso poema, demasiado aguantó...
ResponderEliminarun besote
Son muchas las rosas que sin espinas dejan pasar el tiempo y se convierten en este hermoso poema que has escrito. Precioso. Un beso
ResponderEliminarMe encantan las rosas, me encanta el poema.No hay rosas sin espinas y tampoco espinas sin rosas. Gracias por tanta belleza Besos Pilar
ResponderEliminarTriste destino el de la rosa. Sin embargo el rosal sigue dándolas. Un beso
ResponderEliminarPrecioso poema, pero lo veo muy triste...
ResponderEliminarTe invito a una sonrisa en mi blog.
¡MUAC!
esta rosa es una jabata, las cosas como son.
ResponderEliminar;)
un abrazo
Es que en esta vida a todos nos toca aguantar, hasta a las rosas!
ResponderEliminarMuxutxuak!
Vengo a dejarte un beso sin espinas, amiga.
ResponderEliminarLa rosa se alimenta de vuestras caricias ...
ResponderEliminar¡Gracias!