Adivino las sombras
en los surcos de tu rostro
y palpo el dolor de tu alma
en los dardos de tus ojos.
en los surcos de tu rostro
y palpo el dolor de tu alma
en los dardos de tus ojos.
Tomo tus manos
frías como el hielo.
Negros nubarrones
visten hoy tu cielo!
*
*
Si yo pudiera encender el sol .....!
Si yo pudiera encender el sol .....!
Imagen y texto: María.
que bella la poesía que nos entregas..
ResponderEliminargracias por compartirla
saludos fraternos con el cariño de siempre..
besos
un abrazo
que tengas un buen fin de semana
esa canción de Atahualpa.. es lo máximo como todas sus canciones..
ResponderEliminarsaludos fraternos
un abrazo
Maria, gracias por esa dedicatoria tan hermosa que has hecho en el premio.
ResponderEliminarEste verso te ha salido perfecto en forma y conetenido.
Felicidades
Un fuerte abrazo linda amiga
Precioso poema, SAludos
ResponderEliminarDesde el blog en apoyo al “Premio Maria Amelia López Soliño” a la mejor bitácora escrita por una persona de la tercera edad, te agradecemos el cariñoso comentario de condolencia dejado en su blog y te animamos a estimular a los más mayores a seguir su ejemplo.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Adolfo,
ResponderEliminarVeo que nos gusta Atahualpa ... algo más que compartimos.
Un abrazo y buen domingo -ya debe estar amaneciendo en tu orilla-.
Marian,
ResponderEliminarEl verso y la dedicatoria, ambas salieron del alma, sin pensarlo, casi sin avisar.
Un abrazo.
Teesa,
ResponderEliminarGracias!, poeta.
Abrazos
Maria Amelia es un ejemplo a seguir. Y digo "es" porque las personas como ella nunca se van.
ResponderEliminarUn honor haber podido compartir un trocito de ella y ... en esa labor estamos, por lo menos en lo que nos toca de familia y amigos.
Un abrazo a todos.